Vía Dinero en Imagen.
CIUDAD DE MÉXICO.- La instalación de un centro satelital o clúster de la industria satelital y espacial, no sólo sería un fuerte impulso para la formación de recursos humanos en la materia para nuestro país, sino un gran negocio en cuanto al desarrollo de nanosatélites, aseguró José Luis Terreros, director de Space JLTZ.
Space JLTZ es una startup mexicana que participó en la misión D2/AtlaCom-1 y en la fabricación del nanosatélite AtlaCom1, como parte del consorcio Hyperactive, en el que también participan Nanoavionics y Dragonfly Aerospace, se le conoce como emprendedora mexicana en el sector satelital que busca abrir brecha y atraer capital de riesgo, aprovechando ventajas que no se han explotado en México, como la posibilidad de contar con una plataforma de lanzamiento en la península de Yucatán.
Terreros comentó lo anterior en relación al anuncio de la Secretaría de Comunicaciones y la Agencia Espacial Mexicana, en el sentido de que se promueven inversiones de diversos países para la instalación de un centro satelital y espacial en el país, específicamente en el Estado de México.
Consideró que en “México tiene la fortuna de tener a la península de Yucatán como sitio satelital, desde ahí se puede pensar en una base de lanzamientos, ya se operada por el sector empresarial o por el Estado; pero, sin duda, para los siguientes años de la era espacial sería un gran negocio para nuestro país”.
Lo anterior independientemente de lo que implicaría para nuestro país el desarrollo y producción de nanosatélites, por lo cual uno de los objetivos de Space JLTZ sería contar con una línea de producción de estos artefactos.
Destacó que en nuestro país se cuenta con una política satelital adecuada, gracias a la cual nació Space JLTZ, la cual ha buscado sinergias con empresas internacionales.
Múltiples aplicaciones
Hasta el momento nuestro país ha tenido experiencias satelitales a nivel experimental y para la formación de recursos humanos, pero que ya es posible pensar y proyectar la fabricación de nanosatélites, cuya monetización se encuentra en el dotarlos de aplicaciones comerciales para muy diversas áreas como la agricultura; el monitoreo satelital, como ha ocurrido para el análisis de El Socavón y para lo que esta empresa obtuvo un contrato con el gobierno de Puebla.
Entre otras aplicaciones destacan en materia de seguridad, de desastres naturales, para desarrollo urbano, catastro y construcción de infraestructura y vivienda, entre muchas otras.
POR JOSÉ DE JESÚS GUADARRAMA H