Carlos Mota | El Financiero | 13 Octubre 2015
Estimados radiodifusores: Ha iniciado una nueva etapa en la radiodifusión que estará marcada por intensa competencia y cambio en las reglas del juego. Hace pocos días todos nos enteramos que el Instituto Federal de Telecomunicaciones arrancó un proceso de consulta pública para determinar qué hacer con la posible separación de frecuencias a 400 Khz en el cuadrante de FM. Esto podría implicar el doble de estaciones de radio en esa banda.
Ante los oídos de los radioescuchas, más competencia y mayor oferta siempre será mejor. Pero sabemos que esto implica una transformación fundamental en el modelo de negocio con el que ustedes han trabajado durante años. Yo he escuchado algunos argumentos en contra: Uno dice que el pastel publicitario se pulverizará, haciendo inviables financieramente a las estaciones de radio; otro que si el IFT decide licitar nuevas frecuencias, se estaría brincando a algunos radiodifusores de AM que han esperado por años su estación espejo en FM.
Nuevas licitaciones significarían una miríada de posibilidades en contenido, y dado que una estación de radio no requiere una inversión descomunal, sería factible que periodistas, comunicadores, productores y realizadores levantaran capital y armaran un plan de negocios para presentar propuestas nuevas, frescas y de contenido atractivo para segmentos poco atendidos. Ojalá.
Pero ustedes los radiodifusores han hecho un gran trabajo por décadas y de la mano de la sociedad. Es justo decir que el debate público en México ocurre en sus micrófonos mucho más que en las pantallas de TV o en las páginas de los diarios. En ese sentido merecen un aplauso que les ha sido regateado.
No obstante, siempre hay espacio para mejorar: ese buen redactor de noticias o ese genial operador de la cabina que apenas sobrevive con 7 o 9 mil pesos al mes, querrá una oportunidad donde le dupliquen el sueldo y donde el proyecto de negocios sea ambicioso y distinto. De la misma forma, ese conductor de música atrapado en la grilla interna de la estación sabe que tiene mucho que aportar, y buscará oportunidades en la nueva industria.
Más estaciones de FM les obligará a mostrarnos sus mejores atributos profesionales; a desempolvar el sueño que tuvieron hace décadas, cuando lanzaron su programación; a revisar si lo que tienen al aire en este momento es lo mejor que pueden darnos.
Defiendan sus intereses legítimos, sí; pero abracen la competencia. Re-imaginen sus estaciones. Actúen hoy en independencia de lo que el IFT decida. Contraten al mejor talento; diferencien su oferta musical, de entretenimiento y noticiosa de la de los demás. Confíen en sus ideales. Sorpréndannos. Eleven ustedes la barra para los que lleguen en 2016 o 2017.