2020.04.29
Vía Imagen Radio
La brecha digital en América Latina es el primer obstáculo para enfrentar la COVID-19, a través de las tecnologías de la información; lo cual, se presenta no solo en los hogares, sino en la resiliencia digital del sector productivo, del trabajo, de la infraestructura y del gobierno, según el análisis El estado de la digitalización de América Latina frente a la pandemia del COVID-19 financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
En el documento elaborado por Raúl Katz, Juan Jung y Fernando Callorda, se advierte que en el análisis econométrico del impacto económico del virus SARS-CoV en el 2003 demuestra que aquellos países con mayor infraestructura de banda ancha fueron capaces de contrarrestar, al menos parcialmente, los efectos negativos de la pandemia.
Estas naciones pudieron mitigar en un 75 por ciento las pérdidas económicas asociadas con la epidemia del SARS y el impacto socio-económico de las medidas sanitarias tomadas para contrarrestarlo.
Para América Latina, en el caso de resiliencia digital en el hogar, se advierte que la marginalización de 32 por ciento de la población en el uso de Internet excluye una porción importante de los habitantes que pueden reemplazar algunas actividades que requieren habitualmente el contacto físico.
En el caso específico de México, con datos de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) en 2018 la penetración de internet fue 65.77, para el 2019 de 67.75 y la prevista para el 2020 de 69.79 por ciento.Esos porcentajes que se encuentran por abajo del promedio para la región de: 68.66, 73.52 y 78.78 por ciento.
Para el 2020 la penetración del Facebook en México está estimada en 66.35 por ciento, frente a un promedio latinoamericano del 66.51 y de la OCDE de 66.28 por ciento.
Señala que más allá de la comunicación resultante del uso de redes sociales (mediante Whatsapp, Facebook o Messenger), un factor que reduce el poder de resiliencia de la digitalización del hogar para afrontar la pandemia es el hecho de que aun entre los usuarios de internet, la capacidad para adoptar servicios que permitan “virtualizar” actividades físicas es limitada.
La digitalización de la cadena de aprovisionamiento indica que si bien en nuestro país el 94.61 por ciento de las empresas tiene acceso a internet, el 76.60 por ciento usa banca electrónica, pero solo el 13.47 adquiere insumos en línea.
Una porción importante de empresas (principalmente pymes) no ha incorporado la tecnología en su cadena de aprovisionamiento. Además de la diferencia en digitalización de la cadena de aprovisionamiento según el tamaño de empresa, existe una importante variación entre sectores industriales y entre países.