El Instituto Federal de Telecomunicaciones arrancó hoy el proceso de licitación de lo que sería la cuarta cadena de televisión mediante un esquema transparente, en el cual se licitará canal por canal para garantizar la asignación de todas las frecuencias que no pudo pagar el grupo de Francisco Aguirre.
Entre hoy y el 28 de junio de este año, la unidad responsable del proceso por parte del IFT, someterá a consulta pública este documento que no era conocido por el pleno para que puedan hacerse las opiniones y los comentarios que permitan afinar las bases que serán dadas a conocer en octubre, con la visión de que la asignación de las frecuencias en julio del año próximo.
El esquema plantea grandes diferencias con respecto a la licitación de la tercera cadena que fue ganada por Grupo Imagen Multimedia, ya que no será una licitación en paquete sino que los postores podrán ir por un canal o varios siempre y cuando no tengan presencia en la plaza determinada.
Si bien es cierto que el IFT requiere una consulta, no vinculante, con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, el precio mínimo será el pagado por el grupo dirigido por Olegario Vázquez Aldir mediante un esquema de puntaje por cada una de las señales.
Quienes manifiesten interés por una señal tendrán 40 minutos para ofertar por él mediante un esquema de subastas ascendentes y un descanso de 20 minutos. Quienes cumplan pasarán a la siguiente fase con un aumento predeterminado por el IFT buscando que quede un solo postor.
Se establecen 21 niveles de valor mínimo de referencia y los aumentos en los rangos. Así, en el valor mínimo de referencia entre uno y tres el aumento será de uno en cada ronda; en el de 60 mil en adelante el incremento en el puntaje será de tres mil.
En caso que se dé un empate, se permitirá a los postores realizar ofertas libres superiores al último incremento.
FÓRMULAS
Para determinar cómo se integrarán los puntajes hay dos componentes: No económico y Económico.
El primero establece que nadie podrá tener más de 6 MHz considerando los canales de transmisión que podrían adquirirse en el proceso de licitación, lo que debe entenderse como que no podrán participar quienes ya tengan un canal de transmisión en cuyas poblaciones principales a servir exista una o más estaciones de televisión del interesado o de su grupo de interés económico.
Para impulsar la entrada de nuevos competidores se dará un incentivo de 10% sobre el componente económico realizado por el participante si cumple con la condición de que la suma de cobertura en términos de población de todas y cada una de las estaciones de televisión abierta en las que participe no sea mayor a 15% de la población a nivel nacional.
El componente económico de cada participante está formado por el componente no económico y el puntaje más alto de la ronda en cuestión.
EXPERIENCIA
Cuando se realizó la primera licitación de una cadena de televisión abierta en la historia de México (la de Televisión Azteca fue una privatización) había muy poca información y de ahí no sólo la disparidad de las dos posturas que se presentaron al final, así como que el grupo de Francisco Aguirre no haya podido cumplir con el compromiso que asumió.
Ahora, los miembros del IFT tienen una mejor visión, así como el conocimiento que ya tiene el mercado sobre lo que se puede hacer en materia de televisión abierta.
De entrada, ya hay un precio de referencia. En segundo término se optó por un esquema en el cual se privilegia la posibilidad de que muy pequeños grupos locales puedan participar en la licitación ya que la venta se hará canal por canal a través de un proceso básicamente en línea en el que los participantes podrán ver claramente lo que están haciendo los otros.
Sin duda, este esquema de licitación viene a complementar de una manera muy importante lo que ya se ha logrado en materia de televisión abierta. El que Grupo Imagen Multimedia esté cada vez más cerca de iniciar transmisiones ha generado un sisma entre los competidores que han hecho ajustes desde la cúpula directiva hasta la integración de sus programas.
De hecho, esto fortalece la competencia a favor de los usuarios de televisión abierta, puesto que obliga a generar más y mejores contenidos.
Este nuevo proceso de licitación garantizará de un modo u otro que habrá una mayor democratización de los contenidos de la televisión abierta desde un punto de vista no sólo económico sino regional.