Esto a su vez convertirá a Martínez en un jugador decisivo dentro del mercado argentino de las telecomunicaciones, porque este empresario ya es socio del Grupo Clarín en Cablevisión con un 40% de participación, y el Decreto 267 del actual Gobierno que cambió la legislación anterior no impide que Fintech ocupe las dos posiciones.
Hay quienes creen que Fintech abrirá la puerta para que el Grupo Clarín ingrese a Telecom. Con Cablevisión y Telecom, Clarín puede quedar en posición inmejorable para dar el llamado cuádruple play en el término de dos años, prorrogables a tres, según indica el Decreto 267 para las telefónicas. Tendría el cableado de la telefonía fija, la infraestructura para telefonía móvil y para dar 4G, y la estructura y la clientela actual de la empresa de cable, unidos a dos de las más importantes prestadoras de internet: Fibertel y Arnet.
Otros prevén que antes de eso, Telecom puede hacer una asociación comercial con Cablevisión como en su momento hizo Telefónica con Direc TV, e ir creando condiciones para una posterior fusión societaria. Telefónica, casi la única competidora posible, en tanto, tendría que invertir en las redes para dar televisión por cable, con la desventaja económica de que Cablevisión tiene precios libres y la telefonía básica mantiene por ahora las tarifas congeladas de la última década.
Si se cumplen estos pronósticos sobre una entrada a futuro del Grupo Clarín en Telecom a través de Cablevisión, la compra de Nextel por parte de esta empresa de cable adquiriría otra dimensión. Ya no será la puerta de entrada al negocio de las telecomunicaciones, pero Clarín podrá usar su estructura y su cartera de clientes premium sin necesidad de realizar inversiones millonarias para desarrollar la red hoy obsoleta de Nextel.
El rol de Martínez en esta historia fue cambiando con los años. En noviembre de 2013, cuando hizo la oferta para comprar la mayoría accionaria de Telecom por u$s 960 millones, aparecía como un “aliado” del Gobierno de Cristina de Kirchner, que valoraba la oportunidad de invertir en la Argentina y hasta llegó a criticar a los fondos buitre. En ese momento, dijo que si el Gobierno lo consideraba necesario como requisito para comprar Telecom, iba a desprenderse de su participación del 40% en Cablevisión.
Unos meses más tarde, sin embargo, se ofreció para comprar una de las empresas en que debía dividirse Cablevisión por la ley de medios, hoy modificada. Con el tiempo, la relación de Martínez con el Gobierno anterior fue virando y a pesar de algunos gestos en contra, como la crítica a la compra de Nextel, fue estrechando el vínculo con el Grupo Clarín, al punto que la administración de Cristina de Kirchner decidió vetar la compra de Telecom sosteniendo que carece de antecedentes técnicos como operador de telecomunicaciones y por no presentar solidez patrimonial.
Igualmente, sería ingenuo suponer que Martínez y Clarín irán ahora a una alianza incondicional. El mexicano hizo fortuna comprando empresas en dificultades o en momentos oportunos para después revenderlas a mayor precio. Se presume que ahora va a aprovechar la presencia en Telecom para negociar mejor con Clarín. Y Clarín puede presionarlo con Nextel y con Cablevisión porque tiene la mayoría, y con su influencia decisiva sobre el Gobierno actual.