La licitación de estaciones de radio del Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel) ya enfrenta al menos cuatro amparos y, tras el polémico caso de Tecnoradio, lloverán más litigios contra el proceso en donde las empresas afectadas podrían pedir que se reponga el proceso o que se les paguen daños y perjuicios, de acuerdo con analistas y datos del Consejo de la Judicatura Federal.
La mayoría de los amparos se encuentran en el Juzgado Primero de Distrito Especializado en Telecomunicaciones y Radiodifusión; la empresa Activación Radiofónica y Medios, promovió el amparo 1003/2017 para impugnar una resolución mediante la cual no se le otorgó constancia de participación dentro de la licitación, es decir, no fue admitida por el Ifetel para contender en la subasta.
Otros tres litigios llaman la atención, ya que fueron promovidos por empresas cuyos nombres no son revelados en las listas del Consejo de la Judicatura. Se trata de los amparos 1239/2017, 1240/2017 y 1241/2017, en donde las empresas están impugnando las bases de la licitación pública para concesionar el uso, aprovechamiento y explotación comercial de una banda de frecuencia para la prestación del servicio público de radiodifusión sonora.
Para los analistas, estos amparos, que se promovieron antes de que saliera a la luz el polémico caso de la empresa Tecnoradio, son solo el inicio de una batalla legal que pondrá a prueba la validez del proceso: “Si las bases de licitación fueron solidas, podrán enfrentar con solvencia los amparos, si existen agujeros que puedan afectar el proceso, entonces podría haber complicaciones”, dijo Jorge Fernando Negrete, experto de la consultoría Mediatelecom Policy&Law.
Al solicitar el amparo, las empresas tienen el derecho de pedir la suspensión de los actos que les afectan, también pueden pedir que la autoridad reponga el proceso o que el Ifetel les realice una compensación por posibles daños y perjuicios.
La industria ha señalado que Tecnoradio infló artificialmente los montos de las frecuencias durante la etapa de pujas en las subastas. Ante esta situación, los tribunales podrían ordenar que el regulador cancele los fallos y realice de nuevo la subasta, o en un caso más extremo podría verse obligado a cancelar toda la licitación para iniciarla de nuevo, ello dependerá de la solidez de los argumentos contenidos en los amparos.
Para Negrete los amparos representan una oportunidad para que el Instituto realice una mejora regulatoria: “Cualquier proceso que surja deberá tener como resultado enriquecer los procesos del Instituto”, indicó. Consideró que la aparición de 122 nuevas estaciones puede ser un factor que beneficie al Ifetel en los litigios, ya que se cumplió con el objetivo de abrir el mercado.