Prácticamente nadie rebate que hay una relación muy estrecha entre deporte y política.
No importa la ideología de los políticos, de izquierda o derecha, todos saben de la importancia del deporte y la utilizan.
El tema hoy día es de suma importancia en México por el espinoso asunto a resolver que tiene en sus manos el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) que encabeza Gabriel Contreras: la fusión de The Walt Disney Company (Disney) mediante la adquisición de 21st Century Fox (Fox).
Se trata de una megaoperación internacional. Es superlativa en todos los sentidos.
Es un acuerdo por 71,300 millones de dólares con el que Disney será propietaria de las licencias de entretenimiento de Fox.
La cadena Comcast fue la perdedora en la “puja” por quedarse con los activos de Fox. La última oferta de Comcast fue por 65,000 millones de dólares.
En Estados Unidos se autorizó la fusión, de manera condicionada.
Disney llegó a un acuerdo con el gobierno de los Estados Unidos para resolver la demanda antimonopolio que impedía la fusión de ambas empresas de entretenimiento.
La condición para efectuar la compra fue que antes de concretarla se vendan las 22 redes de canales deportivos regionales de Fox.
La intención fue preservar la competencia en los mercados locales donde Disney y Fox compite por la distribución de contenido audiovisual vía cable y satélite.
Con la adquisición, Disney se coloca como el próximo rival de Netflix en cuanto lance su servicio de streaming.
Competencia y difusión
La megafusión internacional en Estados Unidos recibió autorización condicionada a la desinversión de un importante número de canales.
También fue sometida a condicionamientos en Europa.
Y en Latinoamérica, en Brasil, la operación fue autorizada con restricciones.
En todos los casos, la intención de las condicionantes o restricciones fueron para preservar la competencia en mercados locales.
E impedir que el deporte se viera supeditado a canales premium, con lo que habría afectado al consumidor final, al impedirles ver los deportes y en el último caso, obligarlos a pagar tarifas más altas, por su transmisión selectiva.
En todos los países, se reconoce la importancia que tienen los deportes, tanto como la difusión de los que mayor cantidad de seguidores tienen. El futbol por ejemplo.
Conflicto de interés
Aunque no es su deporte favorito, Andrés Manuel López Obrador se pronunció a favor de que se condicione la fusión de Disney y Fox.
Como es público, el presidente de México es fanático del beisbol, e incluso en distintas declaraciones públicas ha reclamado su nula difusión en las televisoras nacionales.
Pero más allá de su predilección, el jefe del Ejecutivo entiende la importancia del deporte preferido de la mayoría de los mexicanos, el futbol.
Y así lo manifestó en su última conferencia mañanera del viernes pasado.
Destacó que “hay un conflicto de intereses” porque participan exfuncionarios mexicanos en el cabildeo de la fusión en México.
Mencionó a un exfuncionario del Instituto Federal de Telecomunicaciones. Aunque no dijo su nombre se ha dicho en medios que se trata del excomisionado Ernesto Estrada.
En este punto, lo cierto es que sería discutible el conflicto de interés de ambos personajes, por el número de años que transcurrieron desde que salieron de los órganos reguladores y su actual participación como consultores de las empresas involucradas en la operación de compraventa.
El presidente López Obrador dijo: “lo que más me preocupa es que se cobre por ver el futbol, o sea, ya ven que no es mi deporte favorito, pero sí mucha gente ve el futbol.
“Entonces, no vaya a suceder que se dé una autorización que afecte a los consumidores, que afecte a los aficionados del futbol.
“Entonces, que se revise el asunto, que se discuta, que se debata.
“Si son organismos autónomos, sí, pero no son infalibles, no son como ‘El Castillo de la Pureza’, entonces, que se vea qué están haciendo y todos tenemos derecho a conocerlo”.
En síntesis, al presidente de México le preocupa la eventual afectación al mercado local en términos de competencia y la eventual posibilidad de que se afecte a los consumidores porque tendrían que pagar por ver su deporte preferido.
Es importante que el presidente de México ratifique su respeto a la autonomía de los órganos reguladores, y al mismo tiempo es relevante que esté pendiente de las implicaciones negativas que podría tener para los consumidores una decisión inconveniente.
El Instituto del Derecho de las Telecomunicaciones advierte que de concretarse la fusión, el agente económico resultante detentaría mayor poder para fijar precios en el mercado de contenidos deportivos en televisión restringida (Disney es dueña del canal ESPN y Fox, de Fox Sports), lo que podría impactar en el precio de los paquetes de televisión de paga para el consumidor final.
El IFT tiene una “papa caliente” y por la imparcialidad que lo ha caracterizado, es muy probable que resuelva tomando en consideración todos los efectos que podría tener la fusión de Disney y Fox en el mercado mexicano. ¡Ojalá!
ATISBOS
EXHORTO.- El senador Julen Rementería del Puerto, del PAN, con punto de acuerdo exhortó a la Secretaría de Energía y al Centro Nacional de Control de Energía a que reactiven las subastas de largo plazo y a la continuidad de las subastas de mediano plazo, organizadas por el Centro Nacional de Control de Energía.