2021.07.26
Vía El Heraldo de México
Este pasivo pone en vilo los planes de conectividad del actual gobierno federal.
El consorcio Altán Redes, que opera la Red Compartida de Telecomunicaciones, adeuda 17 mil millones de pesos con la banca de desarrollo debido a sus dificultades financieras, poniendo en vilo los planes de conectividad del actual gobierno, advirtieron expertos.
El dinero que los bancos estatales están dejando de captar serviría para la compra de vacunas anti-COVID, para 60 millones 714 mil personas.
Edgar Bonilla, director general del Instituto Federal de Especialistas de Concursos Mercantiles (Ifecom), en entrevista con El Heraldo de México, dijo que Altán Redes inició un proceso de concurso mercantil para reestructurar sus deudas con Banobras, Bancomext, Nafin, y otros acreedores privados.
En 2016, Altán ganó una licitación para construir una red de telecomunicaciones a nivel nacional que surgió como mandato de la reforma constitucional. Su objetivo era llevar conectividad a 92 por ciento de la población.
“Argumentan que la situación del COVID-19 ha afectado su operación y expectativas para sus ingresos”, expresó.
La red brinda una cobertura a 72 millones de personas, pero solamente tres millones son usuarias de sus servicios.
La Red Compartida no da servicios directos al usuario de telefonía, sino que renta su capacidad a empresas para que atiendan al consumidor.
La situación de Altán pone en riesgo los planes de conectividad del gobierno, pues estaba preparando una alianza para utilizar su cobertura y con ello cumplir su objetivo de llevar internet a poblaciones apartadas, dijo Jorge Fernando Negrete, de la consultoría Telecom Policy and Law.