vía El Heraldo.
Quienes no tienen la opción de conectarse a la red quedan excluidos de sus ventajas
Las tecnologías digitales han transformado nuestras dinámicas sociales, los esquemas educativos y laborales, las formas de emprender y de hacer comercio, así como la manera en que interactuamos.
Quienes pueden acceder a ellas, porque cuentan con la infraestructura adecuada, pueden pagarlas, o bien, porque saben cómo emplearlas, gozan de sus beneficios.
No obstante, quienes no tienen la opción de conectarse a la red debido a la falta de recursos o porque carecen de las competencias necesarias para navegar en ella, quedan excluidos de sus ventajas.
Para sacar provecho del entorno digital, se requiere desarrollar habilidades informáticas. De la misma manera en que aprendemos a leer y a escribir; pasamos por un proceso de alfabetización digital para familiarizarnos con los recursos que éste ofrece.
Entender el funcionamiento de los dispositivos, sistemas o programas informáticos va mucho más allá de adquirir conocimientos básicos sobre cómo enviar un mensaje de texto, descargar una imagen, o mandar un correo electrónico; implica tener la capacidad de hacer tareas más elaboradas, como buscar y analizar información; o bien, generar y compartir contenidos.
En México, se han impulsado acciones para promover la formación en este sentido. Por mencionar algunos ejemplos, desde 2021, la organización ideaTIC y el Instituto Nacional de la Mujeres imparten cursos enfocados en personas adultas mayores y mujeres, con los cuales buscan enseñarles a emplear las tecnologías y, con ello, reducir brechas.
En 2022, el Instituto Federal de Telecomunicaciones lanzó el Programa de Alfabetización Digital para capacitar, informar y sensibilizar, a través de charlas, talleres y tutoriales, sobre los beneficios y aplicación adecuada que tienen las herramientas y servicios informáticos; realizando acciones dirigidas, en su mayoría, a personas con discapacidad, adultas mayores, y menores de edad.
Estas iniciativas pueden favorecer la inclusión social, porque si sabemos conducirnos en los ambientes tecnológicos podemos abrir una amplia gama de posibilidades para nuestro desarrollo personal y profesional.
En el marco del Día Internacional de la Alfabetización, que se conmemora el 8 de septiembre, recordemos las palabras de la escritora argentina Emilia Ferreiro Schavi, quien decía que este proceso de enseñanza de la lectura y la escritura de una determinada lengua “no es un lujo ni una obligación: es un derecho”.
La misma concepción debería aplicar para la alfabetización digital, pues es fundamental para garantizar la igualdad de oportunidades, que todas las personas, sin distinción, logren comprender el lenguaje de las tecnologías para potenciar otros derechos.
Para construir una sociedad más participativa e incluyente, que considere a todos los grupos que se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad, resulta primordial una visión interseccional, que pueda disminuir las desigualdades y permita afrontar los retos de un mundo cada vez más interconectado.
POR MARINA SAN MARTÍN REBOLLOSO
COMISIONADA INFOCDMX
@NAVYSANMARTIN
