Las acciones preferentes de Oi, la mayor compañía de telefonía fija de Brasil, retrocedían este martes cerca de un 20 por ciento un día después que solicitara la mayor protección por bancarrota en la historia de Brasil por una deuda de 65 mil 400 millones de reales (19 mil 300 millones de dólares).
En el índice Bovespa, la acción cae brasileña 19.19 por ciento a 0.80 reales por papel. Más temprano, la acción llegó a desplomarse hasta un 30 por ciento.
El martes, la solicitud de Oi, y de seis de sus filiales, se dio a conocer después de que su presidente ejecutivo renunciara al cargo este mes y las negociaciones con acreedores se estancaran antes de un pago de deuda en julio.
La solicitud, que es la mayor en la historia de Brasil, según datos de Thomson Reuters, se publicó después de reconocer la semana pasada que su estructura de capital “no era sostenible”. Sin una reestructuración de deuda, Oi estimó que casi un 92 por ciento de su efectivo existente se agotaría antes de fin de año.
En un documento presentado al regulador de valores, Oi dijo que la solicitud de protección judicial se deriva de “obstáculos que enfrentó la administración para hallar una alternativa viable con los acreedores”.
La compañía buscará mantener su nivel de calidad de servicio durante el proceso y preservar su efectivo, dice el texto.