2018-02-21
La tecnología está presente en el día a día de todos los usuarios, del smartphone y la tarjeta del metro en su bolsillo, hasta las redes internacionales en que se almacenan las publicaciones de sus redes sociales. En México y en todo el mundo, la industria de tecnologías de la información y telecomunicaciones ostenta una tendencia positiva de desarrollo, tanto para la adquisición de soluciones de uso empresarial como en productos de consumo.
De acuerdo a los pronósticos de la consultora IDC, el mercado TIC en México estaría cerrando el 2018 con una tasa de crecimiento anual del 3.3%. Este porcentaje contrasta con las proyecciones económicas del FMI para este año, donde el organismo plantea una expectativa de crecimiento global del 3.9%, regional de 1.9% y local del 2.3%.
Es decir, este sector constituye uno de los principales catalizadores económicos a nivel global, concentrando un valor de $4.8 billones de dólares al término del año.
“Sabemos que el 2018 va a ser un año retador por las dinámicas electorales, el presupuesto de TI dentro del sector gubernamental se verá reducido aproximadamente en un 18% respecto al año anterior, sin embargo hay proyectos que no forman parte de ese presupuesto definido para soluciones de TI en la vertical de gobierno. En este sentido una alternativa que estamos observando es que, sobre todo las iniciativas de mayor magnitud, están apostando por esquemas de largo plazo, con contratos mínimos de dos o tres años con el fin de mantener la continuidad a pesar de los cambios en la administración”, indicó Edgar Fierro, VP y Country Manager de IDC México.
Aunada a la incertidumbre en el panorama socio-político, la encuesta de clima de negocios del Banco de México indica que 50% de los especialistas del sector privadoespera que la situación económica se mantenga estable durante los próximos seis meses, mientras que 34% de opina que las condiciones para inversión empeorarán.
Pese a la perspectiva negativa de la economía general, el desenvolvimiento de las esferas tecnológicas ofrece una opción atractiva para el mercado, esperándose un comportamiento alcista hasta 2021.
Dentro del mercado TIC, los rubros con mayor crecimiento para este 2018 son servicios de TI (6.6%), productos de consumo (4.5%), software (3.87%) y telecomunicaciones (0.8%). Al separar las ramas de telecomunicaciones y consumo, enfocándonos en soluciones de carácter empresarial, las tasas de desarrollo año contra año resultan aún más atractivas, planteando un 5.7% de aceleración para 2018.
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— IDC Latin America (@IDCLatin) February 8, 2018
Igualmente, la inversión en TI por verticales habla de una transformación de fondo en los mercados de nicho, destacándose la inversión de la industria manufacturera (4.1%) como uno de los early adopters en términos de innovación, seguidos por finanzas (4.01%) y sector público (2.95%).
Segmentado por tamaño de empresas, la distribución de presupuesto hacia tecnología se incrementará en el rango alto (compañías de más de 1,000 empleados) donde 51% de los ejecutivos planea dedicar más recursos a las TIC. En México, el principal criterio de adopción es la reducción de costos (56%), dejando en segundo plano el incremento de la productividad (51%).
“La reducción de costos es una estrategia limitada, si no haces nada el costo va a ser siempre cero; en cambio, si piensas en la optimización estás atendiendo las demandas del mercado, lo que te permite volverte más rentable y competitivo. En México estamos en una etapa de transición, vamos pasando de una economía basada en eficiencia de costos a una de innovación”, señaló Jorge Gómez, Director de Soluciones Empresariales de IDC México.
Uno de los ejes de transformación que ha identificado la consultora es la evolución de la tercera plataforma, un círculo virtuoso compuesto por tecnologías de Nube, Big Data & Analytics, Social Media y Movilidad. Esta convergencia permite el despliegue de innovaciones disruptivas, como Internet de las Cosas (IoT), seguridad de siguiente generación sistemas cognitivos, robótica, impresión 3D, realidad aumentada y virtual.
“La economía de la tercera plataforma implica un decrecimiento de los sistemas físicos, como podemos ver en los mercados de servidores, almacenamiento y software on-premise. Por el contrario, los servicios de TI y Nube, presentan aumentos, esto porque las empresas están inclinándose más por pasar de una estrategia de activos a una de gastos, donde al final les resulta más práctico y rentable contratar un servicio que adquirir un producto”, explicó Gómez.
De este modo, las tecnologías de última generación van ganando terreno en las integraciones de grado empresarial. Por ejemplo, si bien IoT todavía no es una prioridad para los ejecutivos, es un sector con valor de 5,000 millones de dólares anuales y que en nuestro país está creciendo con tasas del 24 al 25%. Los servicios Cloud también registran crecimientos considerables, con cifras superiores al 30%.
Experiencia de usuario, driver para consumo y telecomunicaciones
En cuanto a la esfera del usuario final, la consultora distingue tres productos que generan los volúmenes estratégicos del mercado: smartphones, televisores y cómputo.
Las estadísticas de la consultora señalan que pese al auge que había reportado en años anteriores, el nicho de teléfonos inteligentes proyecta crecimientos planos, al tener una relación dispar entre un precio incremental y el estancamiento de las funciones tecnológicas en los dispositivos. Es decir, la relación costo/beneficio resulta poco atractiva para el usuario.
Del lado de las telecomunicaciones, se observa que las caídas en los servicios de voz (del 72 al 40% entre 2010 y 2017) son ocasionadas de cierto modo por la absorción de estas características dentro de servicios de internet y datos, los cuáles han incrementado su participación de mercado del 22 al 48% en los últimos siete años.
Respecto a la percepción del consumidor en el uso de las tecnologías, el debate se centra principalmente en la frontera de la privacidad, existiendo un conflicto entre los datos que los usuarios proporcionan para obtener una mejor experiencia de usuario y la preocupación de que su información sea filtrada o usada sin su autorización para otros fines.
“La seguridad no es sólo una cuestión empresarial, como consumidores también nos interesa saber lo que está pasando con nuestra información. Hay mucha preocupación y, ante esto, los usuarios quieren que las compañías les den claridad sobre el uso de sus datos, pero en contraste el usuario también se muestra muy abierto a obtener experiencias personalizadas a cambio de compartir esa información”, comentó Oliver Aguilar, Gerente de Investigación de IDC México.