Hacia mediados de agosto comenzará una de las negociaciones económicas más complejas que ha sostenido México desde la década de 1990. De acuerdo con la información disponible, el 16 de agosto comenzará en Washington la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). No sobra decir que será la renegociación de un documento que ha influido profundamente en la vida económica de México en las últimas décadas.
Sirva de ejemplo esta gráfica creada por la Universidad de Harvard y que muestra las exportaciones de nuestro país hacia el país vecino del norte entre 1995 y 2015.
Al momento de escribir este texto, a fines de julio, no existe información detallada sobre la postura que tendrá cada uno de los tres países del TLC al momento de iniciar las negociaciones. Sin embargo el 17 de julio la oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR), entidad encargada de la renegociación del tratado por parte de nuestro norteño vecino publicó un documento donde hizo públicas las grandes líneas de la postura estadounidense al momento de renegociar el TLCAN.
Este documento contiene un apartado específico para el sector telecomunicaciones que a su vez contiene tres posturas generales. A primera lectura son directivas muy generales pero podrían tener consecuencias importantes para el sector de las telecomunicaciones mexicanas.
Objetivo 1
Promote competitive supply of telecommunications services by facilitating market entry through transparent regulation and an independent regulator.
Promover la provisión competitiva de servicios de telecomunicaciones facilitando el acceso a los mercados a través de una regulación transparente y un regulador independiente.
El acceso a los mercados de telecomunicaciones mexicanos por empresas y personas de otros países es una realidad desde mediados de la década de 1990 cuando la desregulación de los mercados de telecomunicaciones permitió la entrada de empresas extranjeras, incluso como propietarias por entero de compañías del sector. El mejor ejemplo es el operador preponderante del sector telecomunicaciones, ahora propiedad del hombre más rico de México, quien se hizo de la propiedad de dicha empresa con la ayuda de dos empresas extranjeras: France Telecom y Southwestern Bell.
En tiempos más recientes, una de las más grandes empresas de telecomunicaciones del mundo, proveniente de Estados Unidos, compró dos empresas del sector y las unió, creando un jugador altamente competitivo. Al menos en este rubro, México ha abierto la competencia al sector de las telecomunicaciones sin duda alguna y no debería encontrar amenaza por este propósito estadounidense.
Objetivo 2
Secure commitments to provide reasonable network access for telecommunications suppliers through interconnection and access to physical facilities and scarce resources.
Asegurar compromisos para proveer acceso razonable para los proveedores de telecomunicaciones a través de interconexiones y accesos a instalaciones físicas y escasos recursos.
Este punto puede ser potencialmente complicado ya que, como saben las empresas que trabajan en este sector, al acceso a infraestructura de telecomunicaciones, sobre todo de la empresa preponderante del sector, puede ser algo lento, complicado y muchas veces infructuoso.
Históricamente esta empresa preponderante se negó a hacer accesible su infraestructura a los competidores, arguyeno primero el derecho a mantener control exclusivo de su propiedad privada y cuando decisiones del IFT la obligaron a hacer dicha infraestructura accesible a los demás operadores, ésta inició procesos dilatorios que dificultan al día de hoy el acceso efectivo a dicha infraestructura.
En resumen, si México accediera a este objetivo de los Estados Unidos, la empresa preponderante tendría menos capacidad para evitar que otras empresas hagan uso de su infraestructura.
Objetivo 3
Establish provisions protecting telecommunications services suppliers’ choice of technology.
Establecer provisiones para proteger la elección de tecnología hecha por los proveedores de los servicios de telecomunicaciones.
Este punto tiene implicaciones profundas para el sector. Pocos lo saben, pero existe una intensa lucha entre proveedores asiáticos y occidentales por convertirse en proveedores de las empresas de telecomunicaciones; una lucha donde los gobiernos pueden estar involucrados.
Pocos saben que a inicios de la década funcionarios del Departamento de Estado de los Estados Unidos se acercaron a las autoridades de la hoy extinta Comisión
Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) con el fin de que México adoptase el ordenamiento del país vecino para el uso de la banda de los 700 Megahertz en lugar del usado en buena parte del mundo, llamado Asia-Pacific Telecommunity (APT). La propuesta del país vecino no fructificó, pero bajo las condiciones de un TLC que aceptase la propuesta estadounidense, una empresa de telecomunicaciones basada en Canadá o Estados Unidos hipotéticamente podría solicitar a las autoridades mexicanas se respetase su uso de estándares y tecnologías propios, incluso si chocan con las regulaciones nacionales.
Serán meses interesantes para el sector telecomunicaciones y para México en su totalidad.