2018-02-07
En poco más de una década los hogares mexicanos han experimentado una revolución en el entretenimiento al que tienen acceso. La televisión por cable pasó de ser un lujo a una presencia cotidiana en poco más de la mitad de los hogares mexicanos. En apenas una década la cantidad de hogares con televisión se duplicó, pasando del 26% en 2006 al 55% del total según cifras de la Latin American Multichannel Advertising Council (LAMAC).
Este crecimiento, además de un mayor acceso a contenidos noticiosos y de entretenimiento, ha traído un incremento sensible en la cantidad de hogares con acceso a internet fijo debido a que buena parte de los consumidores de televisión de paga lo son al mismo tiempo de servicios de conectividad, que se ofrecen en paquetes de dos y hasta tres servicios en forma simultánea.
Vale la pena señalar que la televisión de paga tiene presencia en México desde la década de 1960 pero su crecimiento fue históricamente lento, tanto por las limitaciones de la tecnología analógica disponible, como por los altos costos del despliegue de su infraestructura hasta los hogares, así como de insumos como los equipos y el contenido audiovisual, cotizado usualmente en dólares. Con la estabilidad macroeconómica de inicios del siglo XXI, la cantidad de proveedores de este servicio creció rápidamente, llegando a una cantidad de más de 2,100 empresas dedicadas a este rubro, según los Censos Económicos realizados por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística en 2009.
En este período las empresas emprendieron procesos de modernización e inversión para evolucionar a tecnologías digitales con las que pudieron ofrecer servicios adicionales de internet fijo y telefonía. Con esto pudieron desarrollar ventajas competitivas respecto del operador telefónico del país quien sólo puede ofrecer telefonía e internet. La evolución de la industria fue tan rápida que el INEGI cambió su Sistema de Clasificación Industrial de América del Norte 2013 (SCIAN 2013) para que las empresas de televisión por cable quedasen dentro de una nueva actividad llamada Operadores de Servicios de Telecomunicaciones Alámbricas.
Además del crecimiento y sofisticación de la industria de las telecomunicaciones fijas, la competencia hizo que los precios de los servicios de televisión de paga e internet fijo se mantuvieran por debajo de los precios de otros bienes y servicios. El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) de diciembre de 2017, el dato más reciente, ubica el índice general de precios en 130.8, mientras que el índice de precios para televisión por cable se mantuvo en 111.8 y el de servicios de internet fijo en 86.9.
No sobra decir que todo esto ha sucedido mientras la cotización del dólar pasó de 12.3 pesos a finales de 2010 hasta 19.6 pesos en diciembre del año pasado. Es decir, la competencia ha mantenido los precios a niveles razonables pese a una devaluación del peso por casi 60% desde inicios de esta década. Para comparación, el precio promedio del paquete básico de televisión de paga en 2014 era de 322 pesos mensuales y para finales del año pasado era de 366 pesos mensuales de acuerdo con el INEGI. Sin embargo, de las 182 mediciones realizadas por el instituto como parte del Índice Nacional de Precios al Consumidor en diciembre de 2017, el 40% tienen precios por debajo del promedio.
Un efecto positivo colateral para los usuarios de servicios de telecomunicaciones ha sido el empuje al sector del internet fijo, que ha incrementado sustancialmente sus velocidades en buena medida gracias a las inversiones realizadas por los empresarios del sector en tecnologías como la fibra óptica y centros de datos que permiten acercar contenido a los dispositivos de los usuarios. El último reporte publicado por Speedtest Intelligence [ http://www.speedtest.net/reports/mexico/ ] en 2016 indica que empresas de telecomunicaciones fijas competidoras que la empresa del Agente Económico Preponderante en Telecomunicaciones (AEP-T) tienen velocidades de acceso muy superiores a los de dicho AEP-T
Como puede verse, la competencia en el sector de la televisión de paga ha permitido el crecimiento en la cantidad de hogares con este servicio, pero también ha ejercido un importante efecto de tracción en el sector de internet fijo, todo a costos sumamente accesibles. La labor de decenas de empresarios de las telecomunicaciones fijas quienes ofrecen sus servicios en comunidades alejadas de las regiones de interés para el AEP-T y que luchan por mantener su infraestructura y servicio frente a las complejas condiciones de seguridad que prevalecen en buena parte del país merecen ser recompensadas con un entorno regulatorio que les asegure su crecimiento, no que limite su actuación y su crecimiento presente y futuro.