Una de las noticias más importantes para las telecomunicaciones ocurrió el 28 de noviembre cuando Telcel anunció un acuerdo para adquirir una porción del espectro radioeléctrico a la empresa MVS Comunicaciones. Esta decisión tendrá consecuencias para la competencia en el sector telecomunicaciones, especialmente ante la demanda creciente de los mexicanos por mejores servicios de datos.
La banda cedida por MVS Comunicaciones está ubicada entre las frecuencias de los 2.50 y los 2.69 Gigahertz (Ghz), apta para transmisión de datos. En un inicio, la banda de los 2.5 Gigahertz se usaba para servicios de televisión restringida, pero desde la década pasada la Unión Internacional de Telecomunicaciones recomendó usarla para servicios de datos.
Luego de años de disputas con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), MVS Comunicaciones, quien usufructuaba la mayor parte de dicho espectro anunció en 2013 un acuerdo para devolver el Estado más de dos terceras partes de la banda para quedarse con la porción restante. Esta porción de 60 Megahertz de amplitud fue adquirida por el jugador preponderante de telecomunicaciones el pasado noviembre.
Dicho jugador preponderante ha incrementado paulatinamente la porción del espectro radioeléctrico que usa gracias a licitaciones como la organizada por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) en marzo del año pasado, donde se hizo con el control de seis bloques de espectro en las bandas de los 1.7 y 2.1 Gigahertz, con lo que, de acuerdo con cálculos realizados por el IDET, habría llegado entonces a ocupar el 41% del espectro asignado a servicios de telecomunicaciones.
Con la nueva adquisición del espectro de MVS Comunicaciones, el preponderante tendría el control del 51% del espectro radioeléctrico, una ventaja anticompetitiva, señalada en un estudio de la consultora The CIU publicada a inicios de diciembre:
(La adquisición del espectro) abriría una ventana de oportunidad para que el preponderante ganara mayor ventaja frente a sus competidores, puesto que sería el único operador con frecuencias en la banda de 2.5 GHz por al menos un año y medio (en el mejor de los casos) de una porción del espectro que resulta óptima para la oferta de servicios móviles de nueva generación (4G-LTE).
A contrapelo de lo que el titular de la Unidad de Espectro Radioeléctrico del IFT, Alejandro Navarrete, había declarado a inicios de 2016 sobre la intención del IFT por licitar en la brevedad el espacio que MVS Comunicaciones había devuelto, en agosto el Instituto anunció el retraso en la licitación de dicha porción hasta el tercer trimestre de este 2017. Más aún, el esquema de segmentación designado por el IFT para esta banda del espectro, llamada C1, permitiría al preponderante ofrecer servicios de telecomunicaciones móviles con mayor velocidad que sus competidores, sobre todo en zonas densamente pobladas, donde se concentra la mayor parte de la demanda.
Esta operación deberá ser aprobada por el IFT para ser completada, por lo que, una vez más, en la cancha del regulador estará nivelar el piso competitivo, evitando que el agente económico preponderante en telecomunicaciones se apropie monopólicamente de un bien escaso por meses y probablemente años. ¿Tendrán el valor?