2018-12-24
En los próximos meses la industria de las telecomunicaciones comenzará una larga transición hacia una nueva generación de redes móviles de datos llamada 5G. Este cambio tendrá profundas implicaciones para el desarrollo de la sociedad conectada y probablemente será la primera muestra del mundo totalmente conectado previsto en libros, películas y series de ciencia ficción.
¿Qué significa 5G?
Desde la década de 1990, cuando aparecieron las primeras redes de telecomunicaciones celulares, organizaciones como la Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU) y la 3rd Generation Partnership Project (3GPP) crearon estándares técnicos para que todos los operadores de telecomunicaciones pudieran interconectar sus redes y evolucionar al unísono. Los estándares técnicos tienen nombres complicados como Advanced Mobile Phone Service (AMPS) o International Mobile Telephone 2000 (IMT-2000), por lo que se decidió englobarlos bajo un nombre publicitario más accesible: 1G, 2G y 3G. El término 4G engloba estándares técnicos como Evolved High Speed Packet Access (HSPA+), Long-Term Evolution (LTE) y Worldwide Interoperability for Microwave Access (WiMAX) que si bien no son iguales, ofrecen similares capacidades de transmisión de datos y velocidad de respuesta a los usuarios.
En el año 2012 la UIT comenzó los trabajos para determinar las características de las redes de telecomunicaciones en la década siguiente, denominando a tales características como International Mobile Telecommunication 2020 (IMT-2020) y hacia 2016 el organismo 3GPP inició los trabajos para crear las reglas bajo las cuales debe operar las redes de quinta generación, denominadas 5G.
¿Por qué será el año 2019 importante para 5G?
En verano de este 2018 la organización 3GPP anunció que el estándar 5G estaba listo y tanto fabricantes de equipo como empresas de telecomunicaciones en todo el mundo podían usarlo para sus redes. De hecho a inicios de año se desplegó una red experimental 5G durante los Juegos Olímpicos en la localidad sudcoreana de Pyeongchang y a mediados de diciembre la empresa AT&T comenzó el despliegue de su red 5G en media docena de ciudades en los Estados Unidos de estas redes.
Los grandes operadores de telecomunicaciones en todo el mundo buscarán subirse a esta ola y el año que viene estará lleno de anuncios de despliegue de redes 5G por todo el mundo. Algunas empresas de equipos terminales (smartphones y tablets principalmente) ya han lanzado algunos dispositivos compatibles con estas redes, aunque quizá el boom del uso de estas redes por parte de humanos ocurrirá cuando la nueva generación de dispositivos de Apple incorpore compatibilidad con estas redes.
¿Dijo usted humanos?
A diferencia de las generaciones anteriores de redes celulares, las redes 5G están pensadas para ser usadas predominantemente por sensores, vehículos, robots, electrodomésticos, maquinaria y todo tipo de dispositivos digitales que operan sin supervisión humana. Por ello se espera que los humanos sean una fracción de los todos los usuarios de las redes 5G, cuya densidad de conectividad va mucho más allá de la cantidad de dispositivos que los humanos podemos llevar en el bolso: el estándar 5G está diseñado para conectar simultáneamente hasta 1 millón de dispositivos por kilómetro cuadrado y mantener conectados objetos que se muevan a velocidades de hasta 500 kilómetros por hora.
¿Qué gano como consumidor con 5G?
En principio estas redes ofrecerán velocidades de acceso muy superiores a las que hoy tenemos para nuestros dispositivos móviles. Los documentos técnicos del estándar 5G establecen velocidades teóricas de descarga de hasta 20 gigabits por segundo, aunque estiman que la velocidad real de descarga rondaría el orden de los 100 Megabits por segundo, lo cual es muy superior a las velocidades de las redes 4G que hoy usamos.
Más importante quizá es que estas redes ofrecerán tiempos de respuesta (latencia) extremadamente cortos, de 1 milisegundo aproximadamente. Esta variable es crítica para que estas redes sean verdaderamente útiles en aplicaciones como la conducción remota de vehículos y aeronaves, donde un retraso en la respuesta podría terminar en un choque o una colisión mortal. Para hacer realidad estas capacidades, a diferencia de lo que sucede hoy día donde un celular hace uso de una sola banda del espectro radioeléctrico para comunicarse con la antena transmisora, las redes 5G están diseñadas para que el celular o la tablet hagan uso de múltiples bandas del espectro radioeléctrico en forma simultánea.
¿Cuándo podré usar estas nuevas redes?
Desafortunadamente estas redes necesitarán tiempo para tener coberturas similares que las redes predecesoras. Para cubrir con red 3G un kilómetro cuadrado de superficie bastaban de cuatro a cinco transmisores mientras que las redes 5G necesitarán hasta 50 transmisores para cubrir la misma área. Por ello se necesitará multiplicar por 10 y quizá hasta por 100 la cantidad de transmisores que hoy existen. Por si fuera poco, cada transmisor deberá estar conectado a redes de fibra óptica o similares, lo que involucrará inversiones masivas y tiempo para la instalación de la infraestructura en estructuras como techos, paredes y mobiliario urbano.
Financiar estas redes de telecomunicaciones requerirá un modelo de negocio distinto al tradicional. Si un automóvil es usuario de la red 5G, ¿la factura del consumo de datos la pagará el usuario?, ¿la empresa armadora del auto o la aseguradora? Estas preguntas todavía no tienen respuestas claras y serán claves para que los operadores de redes de telecomunicaciones se animen a invertir quizá decenas y hasta cientos de miles de millones de dólares en su instalación. No por nada una empresa consultora llamada Rysavy Research estima que no será sino hasta la década de 2040 cuando las redes 5G lleguen a su plenitud de uso.
Pese a que 5G será una de las palabras más usadas en 2019, los usuarios podremos seguir usando sin problemas nuestros los dispositivos para redes 4G comprados o regalados estas fiestas decembrinas.
¡Feliz Navidad!