vía El Economista
En su conferencia mañanera de ayer lunes 2 de mayo, a pregunta expresa de un reportero sobre el avance en el proyecto Internet para Todos, el presidente expresó una serie de consideraciones. Sobresale el hecho de que haya reconocido que les está costando trabajo cumplir con el compromiso de llevar conectividad a todo el territorio. Quienes estamos familiarizados con las características de las redes de telecomunicaciones y los aspectos económicos de estas advertimos desde el primer momento que ese compromiso era simplemente irrealizable e irracional.
Después de reconocer que les está costando trabajo el cumplimiento de ese compromiso, el presidente se dedicó a elaborar una serie de explicaciones del por qué del retraso, que más que realmente proveer una explicación lógica, reflejan las limitaciones de su administración para entender el tamaño del desafío y, peor aún, el estado de la tecnología en materia de telecomunicaciones, y como consecuencia de la combinación de ambos aspectos, la ignorancia sobre las instrumentos de política que podrían haber contribuido a llevar banda ancha a muchas zonas que hoy no cuentan con ese acceso, al menor costo posible sujeto al estado de la tecnología.
El siguiente comentario del presidente ilustra con claridad las confusiones y limitaciones de su administración sobre el tema: “nos está constando trabajo el cumplimiento de este compromiso porque que no hay muchos avances tecnológicos en el mundo para buscar la conectividad sobre todo de zonas apartadas…Aunque parezca increíble, no hay satélites para lograr esta comunicación por internet, todavía no hay un desarrollo tecnológico que permita mediante satélites alumbrar todo el territorio nacional y que se aporte la comunicación por internet”.
En primer lugar, sí hay desarrollos tecnológicos que permiten proveer señales de Internet con tecnología satelital sobre el territorio nacional. Actualmente existen proveedores de este servicio en Estados Unidos y Canadá, por ejemplo. De hecho, al menos un par de proveedores que prestan el servicio en esos países, también lo ofrecen en México. Así que eso de que no existe la tecnología para llevar Internet a comunidades apartadas por satélite es falso.
Por otra parte, habló del proyecto que se supone es el proyecto central de su gobierno en materia de telecomunicaciones e Internet, me refiero a CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos, respecto del que comentó que tiene presupuesto, que no es un problema de falta de recursos económicos y reiteró que se trata de un problema tecnológico. Lamentablemente, conforme ha transcurrido el tiempo, nos hemos podido dar cuenta de que simplemente nunca entendieron cuál era el fondo del problema y por lo mismo, que no han tenido la capacidad de definir con claridad cuál es el mandato preciso para esa empresa pública. Hablan de llevar “Internet para Todos” a zonas donde hoy no hay servicio, pero en sus escasos comunicados y presentaciones, los funcionarios de esta empresa se limitan a hablar de habilitar puntos de acceso a Internet gratuito. En 2020 afirmaban que la meta para 2025 era instalar 200 mil puntos de estos, lo que sea que ello signifique.
La cuestión es que al día de hoy, siguen sin informar con claridad que han hecho con los casi 6,400 millones de pesos que la Cámara de Diputados ha aprobado para esta empresa para los ejercicios de los años 2020 al 2022. A más de tres años de avanzada la administración del presidente López Obrador sigue sin dar pie con bola. No hay un solo reporte en su sitio de Internet sobre avances en sus ambiguas metas, tampoco del uso del presupuesto, así que la transparencia es nula. La otra apuesta del presidente, es la red compartida operada por Altán, que lamentablemente encalló en 2021. El resumen es que en materia de conectividad, no hay un plan serio, no saben dónde están parados y mucho menos a dónde quieren llegar. Es un ejemplo más de las limitaciones e ineptitud que caracterizan a la administración actual para atender los retos con las mejores soluciones.
@GerardoFloresR