vía El Sol de México
En un hecho -de cierta forma sorpresiva- el sector de lo que se conoce como video bajo demanda, ha entrado a un momento decisivo de feroz competencia, donde el objetivo es atraer con sus contenidos (series, novelas, películas, noticias, deportes, etc.) al mayor número de usuarios, lo que ha llevado a la plataforma preponderante Netflix a una etapa difícil, donde sus competidores deben verse en el espejo y saber sortear lo que vendrá más adelante y sobre todo como ganarle terreno al gigante.
Durante más de una década, Netflix ha dominado el mundo del streaming (transmisión) y ante la avanzada de grandes compañías en replicar este modelo, ha llevado a Disney, Apple, Paramount, HBO, Hulu, Amazon, Warner Bros, entre otras, a ingresar a este mercado; donde ahora los usuarios -si bien- tienen múltiples opciones, también es cierto que al tener un costo difícilmente un usuario podrá desembolsar para tener más de tres compañías contratadas. Naturalmente, habrá desde el que pueda pagar sólo una hasta el que tenga cuatro o cinco.
Lo acontecido a Netflix en estos días donde anunció perdida de suscriptores, más competencia, el conflicto bélico de Rusia contra Ucrania, baja en sus acciones (donde también impacto a otras compañías norteamericanas), nos lleva a reflexionar sobre los contenidos, que desde hace más de quince años se manifestó que la guerra estaría ahí y no en las concesiones por la televisión abierta y de paga.
Este descenso de Netflix no sólo en suscriptores en Estados Unidos, Canadá, sino también en América Latina y Europa; aunado que, a diferencia de sus competidores como Disney, Warner Bros y Paramount no tiene una infraestructura publicitaria que le pueda servir de base para retomar impulso.
De ahí la importancia -hoy en día- de dos factores: la fusión de empresas para formar un gran conglomerado de transmisión a través de internet (como lo ha hecho Televisa y Univisión hacia el publico hispanoparlante) y tener un grupo multiplataforma, es decir, donde se conjuguen diversas ventanas como la televisión abierta, paga, redes sociales, páginas de internet, donde exista una presencia constante para poder seguir en el ecosistema de medios y estar presentes con transmisiones.
El entorno económico mundial no sigue siendo fácil, la recuperación lenta por la pandemia y los efectos de la guerra iniciada por Rusia tienen nerviosos a los inversionistas de todos los sectores, por lo que las plataformas de transmisión deben de entrar a un momento de análisis en su expansión; pero como lo han comentado expertos en la materia, en este negocio los recursos económicos y la creación de mejores contenidos, son la clave.
Esperemos al 11 de mayo a que Disney de a conocer sus resultados para poder tener un panorama más claro, hacia donde va el futuro del streaming.