2021.08.30
Vía El Heraldo de México
La fiscalización de empresas, para septiembre o finales de octubre.
El papel de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) ha quedado claro durante la pandemia. Nos han ayudado a permanecer comunicados ante la necesidad de aislamiento y también a desahogar muchos de los procesos que anteriormente hacíamos de forma presencial.
Dentro de toda la lista de TIC, destaca el uso del teléfono inteligente. Pensemos en que este dispositivo se encuentra asociado a 92% de las líneas móviles y que, de acuerdo con el INEGI, ha resultado ser el principal medio educativo en el ciclo escolar 2019-2020: 66% de las personas inscritas entre los 3 y 29 años hizo uso del Smartphone para la realización de sus actividades escolares.
Así es, los teléfonos inteligentes se han convertido en un bien indispensable en el hogar. Incluso, la Encuesta Nacional Ingreso y Gasto de los Hogares (ENIGH) 2020, muestra que, en promedio, los hogares gastan el equivalente a 7.2% de sus ingresos corrientes en teléfonos móviles.
El principal problema es que el gasto en estos equipos resulta ser más o menos gravoso según el nivel de ingreso de los hogares. Para los hogares del decil de ingreso I (10% con menores ingresos), el gasto en terminales inteligentes equivale a 13.5%, mientras que para el decil X (10% con mayores ingresos) es 4.4%. En otras palabras, para contar con equipos móviles, los hogares más pobres tienen que hacer un gasto, en términos de sus ingresos, tres veces más fuerte que los más ricos.
Esta brecha no siempre fue así. En 2010, el gasto en teléfonos móviles como proporción del ingreso de los hogares del decil I era 4.6 veces mayor que las de los hogares más ricos. En 2018, la brecha era 1.7 veces mayor.
Resumiendo, de 2010 a 2018, la brecha se redujo considerablemente, pero entre 2018 y 2020, incrementó. La principal explicación es el impacto que la pandemia tuvo en los ingresos de los hogares, la cual nos hizo perder casi una década de avances hacia un gasto más igualitario en teléfonos móviles.
Smartphones Insignia
Un fenómeno que se debe destacar es que la proporción de gasto en terminales de los hogares del decil X pasó de 4.7% a 4.4% entre 2018 y 2020. Esta reducción podría estar asociada con que los operadores ya casi no subsidian los equipos así como por el incremento, año con año, de los precios de los terminales de gama media y alta de los grandes fabricantes.
Estos equipos, que en su mayoría son de gama alta, recientemente han rebasado la barrera de los USD$1,000 y dicho nivel de precios está provocando una menor frecuencia de reemplazo de los equipos, haciendo que los fabricantes enfrenten una menor demanda.
Conviene que los fabricantes repasen sus estrategias de precios, sobre todo para países con las características socioeconómicas de México, y analicen si los hogares, incluso los de mayor poder adquisitivo, están dispuestos a realizar erogaciones tan fuertes en medio de una economía deprimida por la crisis sanitaria. De la misma manera, y en el entendido de los beneficios que traen, el gobierno debiera considerar la eliminación de impuestos a estos dispositivos como una forma de volverlos mas asequibles para toda la población.
