No por mucho madrugar amanece más temprano”, reza el dicho popular. Para algunas cosas, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel) camina a paso de tortuga (casos Uno-Tv y Dish-Telmex), y en otras pareciera que quiere terminarlas de tajo.
En esta última expresión se podrían encontrar las estaciones de radio abierta (AM o FM) ante un insensible Ifetel que, escondido bajo el manto de la competencia, empieza a promover acciones sin planeación que ponen en peligro la radio a corto plazo.
De entrada, una licitación de más estaciones de radio, sin un estudio de mercado ni un mínimo impulso a la radio digital, ahora busca reducir de 800 a 400 kilohercios (khz) la separación entre estaciones de radio de FM. Si bien son temas del momento, también requiere de análisis y de ir paso a paso.
En México al haberse adoptado el estándar digital IBOC para transmisiones de alta definición de radio, para poder desarrollarse mejor, requiere de mercados donde se mantenga la separación de 800 khz. La implementación sería mucho más complicada en un ambiente donde se aplique la separación de 400 khz, como lo propone el Ifetel.
En ese sentido resulta ilógico el actuar de la autoridad si tomamos en cuenta que, por disposición constitucional, tiene que garantizar una competencia efectiva, no imaginaria e infructífera.
Si a 800 khz el pastel publicitario apenas alcanza para las estaciones existentes, imagínense a 400 khz y con más estaciones. El Ifetel no puede ir con prisas.
Nadie se opone a la competencia, el punto es hacer bien las cosas.