2020.11.18
Vía El Economista
Un grupo liderado por el activista en defensa de la privacidad Max Schrems presentó una demanda ante las autoridades de protección de datos de Alemania y España sobre la herramienta de seguimiento en línea de Apple, alegando que permite que sus teléfonos almacenen datos de los usuarios sin su consentimiento.
Un grupo liderado por el activista en defensa de la privacidad Max Schrems presentó este lunes una demanda ante las autoridades de protección de datos de Alemania y España sobre la herramienta de seguimiento en línea de Apple, alegando que permite que sus teléfonos almacenen datos de los usuarios sin su consentimiento.
Se trata de la primera acción importante de este tipo contra el grupo tecnológico estadounidense relacionada con las normas de privacidad de la Unión Europea.
Noyb, el grupo en defensa de los derechos digitales dirigido por Schrems, se ha embarcado con éxito previamente en dos juicios históricos sobre privacidad contra Facebook.
Apple dijo que por el momento no se encontraba en posición de hacer comentarios.
El gigante tecnológico californiano ha dicho anteriormente que ofrece a sus usuarios un nivel superior de protección de la privacidad. Apple había anunciado que iba a endurecer aún más sus reglas con el lanzamiento de su sistema operativo iOS 14 este otoño, pero en septiembre dijo que retrasaría el plan hasta principios del próximo año.
La demanda presentada por Noyb se centra en el uso de Apple de un código de seguimiento que se genera automáticamente cuando se configura cada iPhone, el llamado identificador de publicidad (IDFA, por sus siglas en inglés).
El código, almacenado en el dispositivo, permite a Apple y a terceros rastrear la actividad en línea de un usuario y sus preferencias de consumo, lo cual es vital para que servicios como los ofrecidos por Facebook puedan enviar anuncios personalizados según los intereses del usuario.
Apple coloca códigos comparables a una ‘cookie’ (la información de una página almacenada por el navegador web) en sus teléfonos sin consentimiento previo del usuario. Esto constituye una clara violación de las leyes de protección de la privacidad de la Unión Europea”, dijo el abogado de Noyb, Stefano Rossetti.
Rossetti se refirió a la directiva sobre la privacidad de la UE, que requiere del consentimiento previo de los usuarios para la instalación y el uso de dicha información.
Principio claro
Las nuevas reglas propuestas por Apple no cambiarían esta situación, ya que restringirían el acceso de terceros pero no el de la propia empresa.
Apple representa uno de cada cuatro teléfonos inteligentes vendidos en Europa, según datos de Counterpoint Research.
Las denuncias se presentaron en nombre de un consumidor alemán y español y se presentaron ante la Agencia Española de Protección de Datos y ante su homóloga en Berlín, dijo Noyb.
En Alemania, a diferencia de España, cada estado federal cuenta con su propia autoridad en materia de protección de datos.
Ninguna de las autoridades de ambos países respondió inmediatamente a las solicitudes de comentarios.
Noyb dijo que las denuncias se basaban en la legislación europea de 2002 sobre la privacidad digital que permite a las autoridades nacionales imponer multas de forma autónoma, como una forma de evitar los largos procedimientos que tuvo que afrontar en el caso contra Facebook basado en el Reglamento General de Protección de Datos de la UE (GDPR, por sus siglas en inglés).
El régimen establecido por el GDPR, que entró en vigor en 2018, introdujo un mecanismo de cooperación obligatoria entre las autoridades nacionales, que según Noyb ha ralentizado los progresos.
Rossetti dijo que la acción tiene como objetivo establecer un principio claro de que “el seguimiento debe ser la excepción, no la regla”.
Apple también recibió el mes pasado otra denuncia en Francia, esta vez en materia de competencia, en la que varios grupos de publicidad se opusieron a los cambios de privacidad previstos por la empresa estadounidense, diciendo darían a Apple una ventaja injusta.
Aunque Schrems ha obtenido victorias legales en Europa contra las prácticas de privacidad de Facebook, la red social estadounidense ha sido capaz de adaptar su modelo personalizado de publicidad online.