2020.07.30
Vía El Economista
El embajador de Estados Unidos en Brasil afirmó que este país sufrirá “consecuencias”, como la pérdida de inversores, si opta por la empresa de telecomunicaciones china Huawei para instalar la conexión 5G, en una entrevista publicada este miércoles por el diario O Globo.
El embajador de Estados Unidos en Brasil afirmó que este país sufrirá “consecuencias”, como la pérdida de inversores, si opta por la empresa de telecomunicaciones china Huawei para instalar la conexión 5G, en una entrevista publicada este miércoles por el diario O Globo.
“Yo no diría que represalias, consecuencias sí”, dijo el embajador, Todd Chapman, al ser interrogado sobre la posibilidad de que Brasil sufra represalias en caso de que permita el uso de material de Huawei, acusada por Estados Unidos de servir al espionaje del gobierno chino.
“Cada país es responsable de sus decisiones. Las consecuencias que estamos viendo en el mundo son las de recelo por parte de las empresas basadas en la propiedad intelectual [a invertir] en países donde esa propiedad no está protegida”, agregó.
En cualquier momento, el gobierno chino puede pedir a Huawei que le envíe la información” en los países donde se haya implantado, alertó.
“Al invertir, usted decide adónde. Quien invierte en fármacos, en software, observa eso. Nuestra economía está basada en servicios. La mayor exportación de Estados Unidos es inteligencia, propiedad intelectual. Tenemos que proteger nuestra propiedad intelectual”, insistió el diplomático.
La adjudicación de la quinta generación de tecnología móvil (5G) debía realizarse este año en Brasil, que será uno de sus principales mercados, pero fue aplazada por la pandemia de coronavirus. El despliegue de la red se ha convertido en un capítulo importante de la guerra comercial entre China y Estados Unidos, primer y segundo socio comercial de Brasil respectivamente.
Cuando se realice la licitación, prevista para 2021, el gobierno del presidente Jair Bolsonaro, aliado de Washington, deberá decantarse por la china Huawei o por sus rivales, entre ellas las europeas Ericsson y Nokia, apoyadas por el gobierno de Donald Trump.
Pero Chapman subrayó que no ve el tema como un asunto comercial. “No tenemos ni una empresa estadounidense en la puja (…). Es un asunto de seguridad nacional”, recalcó.