Guillermo Montero
Diario de México
Al igual que en nuestro país, en Colombia también se está tomando rumbo hada el despliegue masivo de tecnologías inalámbricas de banda ancha 4G. Lo mismo que en México, el mercado colombiano de telecomunicaciones sufre también niveles altísimos de concentración: América Móvil, a través del operador Claro (Telcel, como lo conocemos aquí), aglutina a seis de cada diez usuarios.
La semana pasada, el Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicaciones (equivalente a la SCT de nuestro país) dio a conocer los detalles del escenario que considera más conveniente para el proceso de subasta de asignación de espectro para servidos de 4G.
Con fines de promover un escenario de competencia equitativo, emparejar la cancha de juego y propiciar la entrada de al menos un nuevo jugador, el proyecto en Colombia contempla que el operador dominante Claro, únicamente podrá ofertar en una de las bandas a subastar: la de 2.5 GHz, debido a los topes de acumulación de espectro, sólo podría ir por 20 de los 210 MHz que estarán disponibles.
Esta es sólo una de las medidas contundentes anunciadas por el ministro Diego Molano, para controlar la posición dominante y corregir las fallas de competencia del mercado colombiano.
En México, donde la banda de 2.5 GHz apenas está en proceso de rescate, el presidente de la Cofetel, Mony de Swaan, parece más interesado en sacar reglas hechas al vapor para licitar canales y decodificadores de TV antes de que acabe este mes, a como dé lugar, que en corregir los problemas de dominancia de su mercado. Total, si algo sale mal, él ya no va a estar…
