En México, los políticos están ya, todos, pensando en las elecciones de 2018, en particular el premio mayor: la elección presidencial. Para ello, empiezan a mover fichas, propuestas, candidatos y, sobre todo, publicidad en medios electrónicos en busca del voto ciudadano.
Para los políticos, una parte central de su estrategia de posicionamiento mediático será “montarse” en la Selección Nacional de futbol de aquí al Mundial de Rusia 2018.
El primero que lo está haciendo —aprovechando una coincidencia en tiempos— es el Presidente de la República, quien actualmente promociona su V Informe de Gobierno. Ahora que está en los días en los que legalmente —por su informe— su voz e imagen pueden aparecer en los canales de radio y televisión, ha ordenado cada noche “Cadenas nacionales” que sincronizan a las 2,549 estaciones de radiodifusión en el país. Estas “cadenas” pasarán durante los partidos de la Selección Nacional contra Panamá (el 1 de septiembre) y contra Costa Rica (el 5 de septiembre), con lo que se garantiza que buena parte de la afición del Tri (en partidos con muy altos niveles de audiencia) tenga a la vista el mensaje presidencial programado para las 9 pm.
Este no sólo será el caso de los spots del V Informe de Gobierno: para el Mundial de futbol de Rusia 2018, los partidos políticos tomarán por asalto las pantallas de TV (y las frecuencias de radio) como nunca antes. Y es que nunca antes, desde la reforma electoral de 2006, había coincidido el modelo de comunicación que regala millones de spots a partidos con un Copa Mundialista. Así que en cada hora del Mundial habrá hasta tres minutos de spots electorales.
Desde el partido de inauguración del Mundial de Rusia 2018, el 14 de junio en el estadio Luzhniki de Moscú a las 9 horas, se transmitirán 6 minutos de tiempos electorales a cargo del Instituto Nacional Electoral (INE) y de partidos políticos. Este primer día del Mundial equivaldrá al día 77 de las campañas federales para Presidente, Diputados y Senadores. Y de la inauguración hasta el 1 de julio, día de elecciones en México, pasarán 18 días en los que se transmitirán partidos de la justa mundialista que serán afectados por spots de los partidos políticos.
Y dado que la FIFA ha autorizado un mayor número de equipos participantes en la edición XXI del Mundial, de la inauguración al día de la jornada electoral estamos hablando de que a diario habrá transmisión de entre tres y cuatro partidos mundialistas que tendrán que ser interrumpidos por las transmisiones político-partidistas, pues los horarios de los spots electorales son rígidos y los esquemas de re-programación de spots (que han funcionado para cuando hay algún partido aislado en México) no servirán para el Mundial, dada la multiplicidad de encuentros de futbol en un mismo día y dado que los patrocinios oficiales de la FIFA no pueden ser alterados por las televisoras en ninguna parte del mundo.
Así, los concesionarios mexicanos que pagaron derechos para la transmisión mundialista, Televisa y TV Azteca, están a dos fuegos: si alteran la transmisión FIFA y los spots de sus patrocinadores oficiales, sufrirán multas millonarias y podrían perder derechos para este Mundial u otros partidos FIFA. Pero si no alteran dichas transmisiones, quedarán mal con el INE y los partidos políticos, con lo que también enfrentarían millonarias multas y hasta la posibilidad de revocación de las concesiones de TV. Peor escenario, impensable para las televisoras nacionales.
Sencillamente lo que estamos observando es que la partidocracia está tomando por asalto no sólo la hacienda pública, a partidos políticos e INE pedir más de $25 mil millones de pesos para las elecciones de 2018. Ahora también tomarán por asalto los partidos de futbol, tanto los eliminatorios rumbo al Mundial, como los de la propia Copa de Rusia 2018. Es una pena, pero así es la interpretación que hace nuestra clase política de las leyes, una clase política que se niegan a ajustar un modelo de comunicación a todas luces rebasado.
Al parecer, la única solución para quien quiera ver el Mundial, dado que el marco legal permanecerá intacto, será suscribirse a algún sistema de TV restringida o plataforma en Internet en donde no hay obligación alguna de transmitir “Cadenas nacionales” o spots partidistas para ver sin interrupciones las justas futbolísticas.
Cambiando de tema:
Una buena para la libertad de expresión: la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación validó la Ley de Réplica que el Congreso votó en 2015. Con esta sentencia, unánime, dejamos atrás la Ley de Delitos de Imprenta de hace 100 años con la que el gobierno de Venustiano Carranza (y los subsecuentes) resolvían temas de réplica de una manera abusiva contra medios de comunicación. Pero también los excesos con los que partidos, vía el INE, trataban de amedrentar a los medios al ejercer “réplicas” sobre cualquier comentario o información que no les gustara.
Lo validado por la Corte equilibra para todo tipo de agraviados (autoridades, partidos, empresas y particulares) y para todo tipo de medios (impresos y electrónicos), su deber de informar con la única restricción, no siempre evidente, de no abusar de su libertad de expresión. Es, como señala la sentencia “un mecanismo que tutela al equilibrio informativo” sólo cuando hay información falsa o inexacta.
Este mecanismo se pondrá a prueba desde ya y esperamos que los jueces federales que deberán hacer valer la Ley de Réplica lo hagan en los tiempos expeditos que señala la misma. Hasta ahora, los pocos casos que han surgido han sido atendidos de manera muy lenta por los jueces, lo que pone en incertidumbre a los medios y a los agraviados. Por lo pronto, la Corte ya resolvió ejemplarmente las dudas que había y por ello merece un reconocimiento la Ministra Presidenta de Sala, Norma Piña, el ponente Ministro José Ramón Cossío y los Ministros que estudiaron el tema, señores Alfredo Gutiérrez, Jorge M. Pardo y Arturo Zaldívar. Ahora no hay pretextos para nadie y estoy seguro que la Ley y la sentencia de la Corte ayudarán a tener un periodismo más profesional en nuestro país.
